Cuando la colaboración entre los miembros del equipo o entre equipos no es la adecuada el éxito del proyecto se ve frustrado, y esta falla pude deberse a varias situaciones como: la formación de las estructuras de los equipos, la alineación de cada miembro con los objetivos del proyecto, o la mala gestión de responsabilidades y libertades.

Según investigación realizada por el Instituto de Productividad Corporativa las organizaciones que hoy poseen un alto desempeño han transformado las operaciones tradicionales a proyectos con equipos multidisciplinarios y multifuncionales, colaboraciones con metodologías agiles y el uso de herramientas y tecnologías digitales.

Los lideres deben poseer las habilidades necesarias para atender y resolver los conflictos que ocurran dentro de sus equipos como con equipos externos. Lo que más salta a la luz son las consecuencias que se derivan de los conflictos, pero antes de atender los conflictos es necesario identificar y trabajar en las causas.

Análisis realizados con la ONA, se descubrieron seis prácticas actuales que dificultan y ralentiza el trabajo de los equipos:

1. Redes Centralizadas o Hub and Spoke: Este es el modelo tradicional en el que el flujo de recursos e información se encuentra en un centro y de ahí se dirigen a las áreas de trabajo creando cuellos de botella y ralentizando el ritmo de trabajo. El líder debe buscar la manera de hacer funcionar su gestión de forma proactiva y no reactiva.
2. Nodos Excluidos: Existen lazos entre áreas o dentro de ellas que al encontrarse quebrantados se interrumpe la comunicación y se trabaja de manera aislada. Como líder debe trabajar para involucrar a los miembros del equipo y mantener las líneas de comunicación siempre abiertas.
3. Nodos Desalineados: Así como los nodos excluidos entorpecen el trabajo conjunto, los nodos desalineados no trabajan por objetivos del proyecto sino por objetivos personales resultando en resultados dispares. Todo líder debe cerciorarse que todas las metas individuales trabajen por el objetivo del equipo.
4. Nodos Saturados: La creencia de que tener grandes equipos (en cuestión de número de colaboradores) es sinónimo de éxito, es errónea. Incluso no solo no es sinónimo de éxito sino también de puede dificultar la productividad, la toma de decisiones y el bienestar de los colaboradores. Organizaciones han optado por la rotación. El trabajo del líder consta en identificar si se tiene un nodo saturado y en caso de ser así, organizar de la mejor forma la rotación u otra solución.
5. Redes Aisladas: Muchos trabajan como entes individuales que no se relacionan con su equipos sin entender la importancia de su trabajo dentro del equipo y las cadenas que se forman, creando obstáculos y ralentizando el desarrollo del procesos y toma de decisiones. Uno de los retos más desafiantes de los líderes será hacer que su equipo trabaje como lo que es un “grupo” sin dejar fuera a nadie, ni permitir que con el paso del tiempo se vayan aislando.
6. Exceso de Prioridades: Cuando los equipos se saturan de actividades, necesidades, y planes es muy común que se pierda el foco y se excedan las prioridades, bajando el rendimiento del equipo. El líder del equipo designara las prioridades del proyecto y las actividades clave para lograr la ejecución y rendimiento adecuado.

Es cierto que la mayoría de las organizaciones actuales aun poseen estructuras, culturas y practicas que dificultan la colaboración. Entre las habilidades de un líder debe estar la habilidad de analizar a su equipo, identificar si se tiene alguna o algunas de las practicas que hemos comentado e implementar las soluciones necesarias a ellas a fin de crear una cultura colaborativa.

Basado en “6 disfunciones laborales que deben solucionar los líderes” R. Cross y I. Carboni en MIT Review