7 errores comunes en la planeación estratégica y cómo evitarlos
Al terminar el proceso de planeación estratégica, las empresas creen que ya alcanzaron la meta, pero la realidad es otra. El término estrategia significa pensar y organizar en un plazo determinado el desarrollo transcendental de una empresa. Durante el proceso de la planeación estratégica, con frecuencia nos desviamos de lo que previamente se ha planificado, no obstante haber utilizado las mejores tácticas, técnicas e instrumentos.
¿Qué es la planeación estratégica?
La planeación estratégica es un proceso fuerte, sobre todo de cara al futuro; su verdadero recorrido culmina cuando la estrategia se lleva a cabo de manera exitosa. Para que la planeación estratégica alcance el éxito, es preciso realizar un trabajo constante que tenga en cuenta las operaciones, el presupuesto, las políticas de desarrollo humano, entre otros. La realidad es que la mayoría de las organizaciones y/o emprendedores han sufrido algún tipo de fallo en la planeación estratégica. Pero, ¿cuáles son los errores que más se repiten? La mayoría de las veces, estas fallas ocurren por:
Principales errores en la planeación estratégica
1. Confundir estrategia con planeación:
Se debe conocer con precisión la diferencia entre estrategia y planeación. Es vital comprender, formular y ejecutar un plan de acción; a su vez, se debe conocer cómo crear la estrategia que seguirá la organización en conjunto con la planeación. Los responsables de la estrategia deben concentrarse en el análisis detenido de la formación para no cometer errores al generarla.
De lo contrario, pueden surgir consecuencias inesperadas, para las cuales, en el peor de los casos, no estarían preparados. Se deben enfocar los esfuerzos y trabajos en el análisis; con una buena base en los informes, los resultados no serán negativos.
2. Concentrarse en los resultados, pero no en el análisis:
Darle una mayor importancia a la presentación de los resultados que a un análisis profundo es un error exorbitante. No se puede exponer una predicción precisa de los resultados sin antes contar con todos los datos fundamentales. Para ello, se deben realizar investigaciones relacionadas con el campo de trabajo, incluyendo la necesidad de preparar informes que muestren la estimaciones y valores de la empresa, los cuales deben ser presentados en forma más detallada, precisa y formal.
En ellos, también se deben mostrar las fortalezas y debilidades de la empresa, e incluir un listado de todas las empresas que se consideren competencia. De lo contrario, no solo se estará trabajando por debajo de lo esperado, sino también habrá repercusiones en la misión y visión de la misma empresa.
3. Formular las estrategias eludiendo su revisión:
Esto sucede cuando se cuenta con la participación de la alta gerencia en el levantamiento del plan, pero hay poca voluntad para realizar el seguimiento, monitoreo y ajuste de los resultados. Si se quiere garantizar el éxito, es necesario exponer de forma periódica los resultados que esté generando el plan estratégico, ya que, de lo contrario, no se detectarían errores o atrasos, lo cual podría desembocar en más problemas y fallas al no alcanzar los objetivos establecidos. Uno de los deberes de la alta gerencia, además de levantar el plan, es comprobar continuamente que la empresa esté alcanzando las me
4. Fallas en la comunicación a los involucrados en la estrategia:
Esto sucede cuando la estrategia solo queda en los documentos, pero al final no llega a todos los miembros implicados. Los resultados del plan de estrategia no solo deben ser anunciados constantemente, sino que se deben transmitir por los medios más eficaces; se debe evitar, por ejemplo, el uso de medios poco efectivos, como los carteles. La alta dirección es la encargada de que haya una comunicación eficaz y funcional, que llegue hasta el último de los empleados, y de supervisar el mensaje a enviar y la ejecución del mismo.
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5. Llevar a cabo la estrategia sin incluir indicadores:
Se debe realizar un seguimiento constante de la estrategia, para evidenciar si es el camino correcto para alcanzar los objetivos y metas planteadas. La generación de indicadores evitará desvíos y retrasos innecesarios al seguir los pasos de la estrategia; de esta forma, se pueden obtener los resultados esperados.
6. No examinar la estrategia de forma constante:
No evaluar continuamente la estrategia supone resultados adversos. Un problema no anticipado o un progreso lento en la ejecución de la estrategia puede derivar en diversos conflictos. Por eso, se debe examinar si el problema se encuentra en la ejecución, en los pasos planteados o si es por medios externos. Analizar la estrategia puede dar como resultado una optimización de los pasos y del tiempo empleado, y permite descubrir fallas y redundancias qué habían pasado desapercibidas.
7. Desvincular el acuerdo entre la misión y la visión:
Lograr que la organización ponga su energía en la misma dirección es primordial. La alta dirección, en el caso de que esto ocurra, tomará la posición de liderazgo y tendrá que guiar sus acciones. Su objetivo será obtener el consenso y la unidad, lo que será importante a la hora de tomar cualquier decisión que signifique un beneficio para la empresa. Las decisiones serán las que determinarán cómo se va a establecer la estrategia y cuáles serán los beneficios.
Es común que, durante la planeación estratégica, se cometan este tipo de errores y de fallas no anticipadas. Esto suele ocurrir en la preparación de la mayoría de los planes importantes, por lo que debe ser tomado como una oportunidad de crecimiento para el equipo dentro de la empresa, y no como un aspecto negativo o una derrota irremediable.
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